Israel refuta acusaciones de “genocidio” ante la ONU

En medio de la operación militar en Gaza, cuyo objetivo declarado es desmantelar la infraestructura de Hamás, liberar a los rehenes israelíes del 7 de octubre y garantizar un futuro libre para la población civil gazatí, el Estado de Israel enfrenta una grave acusación: la Comisión Internacional Independiente de Investigación de la ONU, liderada por Navi Pillay, presentó un informe ante el Consejo de Derechos Humanos en el que se le imputa el delito de “genocidio”.

Ante esta denuncia, el investigador Salo Aizenberg publicó un análisis jurídico que desmonta las afirmaciones contenidas en el documento. Según Aizenberg, el informe carece del elemento esencial definido por la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948: la intención específica de exterminar a un grupo humano (dolus specialis), requisito indispensable para tipificar este crimen de guerra.

El académico señala múltiples falencias en el informe, entre ellas:

La escasa mención de Hamás como actor beligerante, pese a que Israel enfrenta a más de 30.000 combatientes atrincherados en Gaza.

El silencio sobre la infraestructura militar de Hamás, que incluye 500 kilómetros de túneles y arsenales ocultos en hospitales y escuelas.

La omisión de la crisis de los rehenes, víctimas de tortura, violencia sexual y privación de alimentos.

La dependencia de cifras no verificadas proporcionadas por Hamás, ignorando datos oficiales de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).

Aizenberg recalca que las muertes civiles son consecuencia directa de la guerra urbana y de la estrategia de Hamás de utilizar escudos humanos. Además, sostiene que el sufrimiento en Gaza podría cesar si Hamás liberara a los secuestrados y renunciara al control territorial de la franja, propuesta que Israel presentó desde octubre de 2023.

El análisis se complementa con el artículo previo de Aizenberg titulado Desmontando la afirmación de que el 83% de las víctimas mortales en Gaza son civiles, donde se expone cómo la manipulación estadística alimenta narrativas distorsionadas en foros internacionales. El texto está disponible en PorIsrael.org.

Llamado a la responsabilidad internacional

Las acusaciones infundadas de genocidio, advierte Aizenberg, no solo difaman al Estado de Israel, sino que trivializan el significado histórico del término, utilizado para describir tragedias como el Holocausto, Ruanda o Srebrenica. En este contexto, se hace un llamado a la comunidad internacional para rechazar narrativas construidas sobre datos manipulados y respaldar la liberación de los rehenes, así como la protección de la población civil palestina, sometida al control de Hamás desde hace casi dos décadas.

Por su parte, la embajada de Israel en Costa Rica afirmó que Navi Pillay es una activista antisraelita que tiene muchos años haciendo llamado a boicotear a Israel.

“Esto viola las reglas de la ONU que obliga que los expertos sean neutrales, la señora Pillay publicó acusaciones falsas”, dijo Mijal Gur-Aryeh, embajadora de Israel.

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